Esta semana participé en el evento organizado por la APSV que se llevó a cabo en la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia homónima. La jornada reunió a funcionarios y agentes de control de distintas localidades santafesinas en un espacio institucional orientado a fortalecer y profesionalizar el trabajo cotidiano del personal abocado a tareas de control y fiscalización en la vía pública.

Lo primero que me llamó la atención, fue que el teatro del Centro Cultural ATE Casa España estaba totalmente colmado, lo segundo fue que los más de 800 profesionales que asistieron se mantuvieron durante toda la jornada realmente atentos a lo que cada disertante iba presentando en el escenario, lo que entiendo da muestras de un notable entusiasmo y vocación de servicio.

Esto sólo puede lograrse cuando la labor que cada agente lleva a cabo es cobijada institucionalmente, poniendo en valor un rol que es francamente clave en el tránsito cotidiano y que aún así en algunas provincias se menosprecia.

En este evento fui testigo de cómo, desde los más altos cargos de la Agencia Provincial de Seguridad Vial y de distintos Ejecutivos Municipales hasta los agentes más jóvenes recién ingresados al área de control, no hubo distinciones ni jerarquías que los distanciaran unos de otros cuando de compartir conocimientos, logros y desafíos se trata.

Así, conocí de primera mano lo que se fue presentando en cada panel temático; desde lo relacionado a políticas estratégicas para mejorar resultados y optimizar la operatividad en rutas hasta el análisis de datos pasando por experiencias exitosas de implementación de políticas públicas locales como las que compartieron Andrés Cagliero (Intendente de Tostado), Gustavo Adda (Director General de Tránsito de la Municipalidad de Rosario) y Daniel Minetti (Director Ejecutivo de Control de Tránsito y Seguridad Vial de la Municipalidad de Santa Fe) por mencionar sólo algunos de los pasajes del evento.

En cuanto a mi participación, presenté una masterclass basada en algunos de los conceptos que me inspiraron a publicar “Otra forma de pensar el tránsito”, mi primer e-book (conocé más pulsando acá), orientada en esta ocasión a comprender cómo el sistema influye en que los usuarios se pongan en riesgo a sí mismos y a otros, y cómo los agentes de control deben lidiar con las emociones alteradas que se disparan de todo eso.

Sobre el final expresé que el sistema necesita valorar, respaldar y jerarquizar el rol del agente de tránsito, algo que entiendo en Santa Fe ya viene sucediendo.

Agradezco a la APSV de Santa Fe por estar abiertos a compartir mi mirada sin haberme marcado ningún tipo de condicionamientos, respetando así mi libertad creativa y argumentativa con total soltura. (algo que si bien puede parecer obvio para que uno puede participar, elijo destacarlo ya que representa el genuino interés de la institución por poner a disposición de quienes la conforman contenidos que proponen una mirada alternativa).

Agradezco fuertemente también a Laura Lobo y Esteban Echezuri porque sólo por su interés, compromiso y gestión, mi participación fue posible. Fue un absoluto privilegio haberlos conocido personalmente y haber compartido tantas charlas repletas de ideas y entusiasmo mutuo por profundizar en acciones que, como el congreso en sí mismo, contribuyan a hacer la diferencia.

Como dato de color, agradezco también a Comodoro Turismo por haberme acompañado en esta experiencia.

Share
Tweet
Share